El primer paso antes de poder tener tu propio sitio web es el de definir un dominio que se adapte a tu negocio y que te permita atraer posibles clientes.
El dominio es una dirección (ej: “archipielago.digital) que se compone por el nombre del sitio web (“archipiélago”) y una extensión de dominio (“.digital”). Es la dirección con la que tus clientes te van a encontrar en internet, y por lo tanto hay ciertos puntos que tienes que tener en cuenta a la hora de elegir uno.
Trata que tu nombre no sea demasiado extenso, que sea simple, fácil de pronunciar, que no se repitan letras seguidas y evita usar guiones o números que puedan confundir a tus clientes. Lo más importante es que sea pregnante, adecuado y fácil de recordar.
El dominio ideal debe identificar con precisión tu marca y, también, puede tener alguna palabra clave que identifique tu negocio o giro.
La extensión más conocida y la más utilizada mundialmente es “.com”, por lo que es más fácil de recordar para tus clientes. También puedes optar por otros de los más conocidos (.com, .net, .edu, .org) pero de todos modos, puedes elegir entre una infinidad de extensiones disponibles (.co, .info, .digital, etc.).
En la gran mayoría de los casos los dominios son baratos (rondan los 10 dólares), y se consiguen en sitios como GoDaddy, Namecheap, o en los Registros de Nombre de Dominio de cada país, por ejemplo en Chile es nic.cl, en Argentina es nic.ar.
Una vez que compres un dominio, tendrás que contratar un servicio de hosting donde alojar tu sitio. Si deseas saber más sobre lo que es el hosting o alojamiento web, puedes leer este artículo.
Ahora que sabes más sobre los dominios, ¿cuál elegirás para tu negocio?